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Fiestas | Ayuntamiento de Valencia - València

FIESTAS

Fotos de fiestas

Ciudad amante de la vida en la calle y de las celebraciones en grupo, València posee un calendario lleno de fiestas. Muchas de estas son acontecimientos culturales de carácter singular, basados en la rica tradición festiva valenciana y con unos valores patrimoniales importantísimos, pero que también aparecen ligados a valiosas manifestaciones contemporáneas y cosmopolitas.

La espectacularidad de los festejos, las cálidas temperaturas y la riqueza de la gastronomía hacen que el ciudadano o el visitante vivan plenamente la eclosión social que se produce en todas y cada una de las fiestas de València.

El carácter extrovertido, alegre y bullicioso de los valencianos y las valencianas se manifiesta en fiestas, religiosas y profanas, que se celebran mayoritariamente en la calle y en las que se mezclan rituales, creatividad, pólvora, música, flores...

Dentro del extenso calendario festivo de la ciudad destacan las de San Vicente Mártir, las Fallas, la Semana Santa Marinera, San Vicente Ferrer, la Virgen de los Desamparados, el Corpus Christi, la Gran Fira de València, el Nou d’Octubre y el ciclo de Navidad, que también incluye actividades como por ejemplo Expojove, el Fin de Año o la Cabalgata de Reyes.

 

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AGENDA

La Agenda de la Ciudad en esta misma web, le ofrece los programas detallados de cada una de las fiestas.


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DÍA DEL CORPUS

La celebración del Corpus Christi es una de las mejores expresiones de la cultura festiva valenciana, una fiesta que cada año despliega toda una serie de elementos rituales y de tradición popular que transcienden su inicial dimensión religiosa para convertirse en un patrimonio colectivo de todos los valencianos y valencianas.

Renovación y continuidad son dos claves para entender la historia de la que fue “festa grossa” de la ciudad. La primera procesión en València se celebró en 1355 (es una de las más antiguas de Europa), y en la sociedad estamental tenía un especial valor pedagógico para narrar e inculcar el relato mítico cristiano, haciendo referencia tanto a pasajes del Antiguo Testamento como personajes más ligados a las tradiciones locales. Con el tiempo la procesión general, así como la del Convit, fueron enriqueciéndose con todo tipo de símbolos, elementos y personajes, entre los cuales destacan las rocas, las danzas, entremeses o los misterios, y su valor artístico y ciudadano hicieron que en algunas ocasiones se organizará la procesión con motivo de visitas de personajes de la realeza a la ciudad.

Después de una etapa de decadencia, fue a mediados de los años setenta del siglo XX cuando aparecieron las primeras tentativas de revitalización del Corpus valenciano, gracias a la iniciativa municipal y eclesial, y a la decidida colaboración de asociaciones como la Asociación de Amigos del Corpus, los Campaneros de la Catedral de València o la Asociación de Músicos y Danzantes del Corpus. La progresiva sensibilización ciudadana hacia el carácter patrimonial de la fiesta del Corpus hizo que en 2005 fuera declarada bien de interés cultural.

La fiesta se celebra rigurosamente 64 días después de Pascua. Dos días antes tiene lugar el traslado de las populares rocas, o carros triunfales, desde la Casa de las Rocas hasta la plaza de la Virgen. Algunas rocas se remontan al siglo XVI, y encima de estas se solían representar escenas religiosas, como por ejemplo entremeses y misterios. Hoy en día, la representación corre a cargo de niños y niñas de varios centros escolares la tarde del sábado anterior al Corpus. Por la noche, la Banda Sinfónica Municipal de València ofrece un concierto en la plaza, antes de entregar los premios a los mejores balcones y fachadas adornadas para la fiesta. Durante todas las jornadas, desde el Micalet los Campaneros de la Catedral ponen el acompañamiento con toques especiales de campanas.

El domingo a mediodía tiene lugar la Cavalcada del Convit, encabezada por el capellán de las rocas, que invita a la ciudad a participar en la procesión de la tarde. En este preludio matinal las calles son escenario para danzas folclóricas valencianas como el baile de la Moma, los cabezudos o las danzas infantiles de los pastorcillos, caballos, arcos o labradoras, entre otros. llama especialmente la atención la comparsa de diablos conocida como la Degolla, que rememora mucho desenvueltamente la matanza de inocentes ordenada por el rey Herodes, poniendo el punto más carnavalesco del séquito.

A primera hora de la tarde, después de la enramada de murta que llena de aroma las calles que conforman el recorrido de la procesión, pasan las rocas arrastradas por caballos. El itinerario de la procesión general, que arranca al anochecer, se caracteriza por un marcado adorno floral, con miles de pétalos que caen desde los balcones al paso del Santísimo. Cabezudos, gigantes y las danzas de la Moma y la granada abren un séquito por el cual desfilan gremios, comunidades regulares, parroquias, cofradías y varias entidades religiosas y seglares, además de los 270 personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, símbolos bíblicos y animales mitológicos que rememoran la creencia de la salvación por la eucaristía. Esta singular procesión, vistosa y colorista, se cierra con el solemne paso de la custodia, precedida por los “cirialots”, acompañada de nubes de incienso y el toque de campanas.

Durante todo el año las rocas, gigantes, cebezudos y otros elementos de la procesión se pueden contemplar en la antigua Casa de las Rocas, en el Museo del Corpus, ubicado en el barrio de El Carme. Paneles explicativos y audiovisuales permiten descubrir todos los ricos matices de esta festividad.

 

 

 

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